ART i GENT. MARTA PASCUALç
Arte y Gente sigue pidiendo con gritos suaves, pero a fin de cuentas con gritos, una atención que merece por sus exposiciones. Si el mes pasado era "Huet" que nos sorprendía con una potente muestra que se movía en los caminos de la nueva figuración, ahora nos ofrece la sorpresa de Marta Pascual, una muy joven artista de Segovia, que apuesta y fuerte por una abstracción que siendo poética a primera vista, en realidad va más allá cuando hacemos una mirada más profunda.La muestra tiene el acertado título de "Experimental", pues toda ella es un conjunto de experiencias pictóricas dirigidas a que el artista encuentre el camino que más se ajusta a su personalidad creativa, teniendo bien claro que la razón del su hacer queda bien establecida en los campos de la abstracción.Así se va estableciendo un diálogo abierto y complementario entre la veintena de piezas que componen la exposición. Un diálogo en el que texturas, gestos y colores toman en cada caso su protagonismo y al que se añaden otros elementos, especialmente en forma de inclusiones materiales, que provocan unos problemas aún no resueltos de integración pictórica en los que hace falta todavía un trabajo de profundidad.La exposición de Marta Pascual convierte así en una exposición golosa para un crítico o un espectador escrupuloso. El análisis individual de cada pieza deja apuntes para reconducir a la búsqueda de aquella obra que podríamos calificar como "redonda", pero en el momento de efectuar una lectura global, que a buen seguro es la más interesante, queda flotando en el aire el sentido de que nos encontramos ante una artista con mucho más futuro que presente.Digo esto ya que hay frescura, ningún tipo de ánimo de trampa en su trabajo y principalmente existe una osadía en el concepto y la cromática de su paleta que a veces me hace pensar que ha pasado muchas horas ante los trabajos de Esteban Vicente, el prodigioso expresionista abstracto que tiene dispuesta su colección en el atractivo museo que se encuentra en la capital segoviana.Pero también aún hay elementos en los que habría que trabajar para mejorar el conjunto. La abstracción precisa, quizás más que cualquier otra concepto, de un sentido de obra global. Las piezas deben representar en sí mismas el principio y el fin, por eso en el momento en que la obra se desequilibra por cualquier razón o en cualquier componente, la misma se resquebraja y cae en la vulgaridad. A Marta Pascual le pasa cuando intenta añadir elementos a los puramente pictóricos, ya que rompen el ritmo sincopado de gesto y color, añadiendo otro componente, como es el volumen, frente al cual todavía no tiene la autora una respuesta pictórica.Pero con unos detalles a favor, los más, y otros en los que aún se debe trabajar fuerte, los menos, se debe concluir que la exposición de Marta Pascual no es una exposición exitosa, ni mucho menos , pero si que presenta los mimbres suficiente como para flotar en esta siempre difícil travesía como lo es una carrera pictórica, y que no nos extrañaría que dentro de unos años lo viéramos en el circuito expositivo habitual.
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